En nuestra facultad de Educación, las carreras asociadas tienen en común la presencia de tres tipos de práctica:
PRÁCTICA INICIAL: Las actividades deben favorecer la consciencia de sus propias creencias, experiencias e historicidad. Se trata de provocar la respuesta en los estudiantes mediante el relato la escritura reflexiva: Que observe, que exprese su opinión, que se haga preguntas.
Ejemplos: ¿Por qué es importante para mí?, ¿Por qué ocurre esto?, ¿Qué pienso?
PRACTICA INTERMEDIA: Las actividades deben favorecer la relación o conexión del relato de los estudiantes con el conocimiento impartido y con la propia experiencia personal o profesional la escritura de la experiencia.
Reflexionar como los temas que se trabajan encajan dentro de los propios marcos profesionales o la visión de mundo.
Ejemplos: ¿Cómo se relaciona como señala la teoría?, ¿Qué otros puntos de vista?, ¿Cuáles son los findamentos?
PRÁCTICA PROFESIONAL: Las actividades deben favorecer la proyección en la práctica futura, repensarla y mejorarla como también favorecer la posición y justificación de las propias respuestas frente a situaciones propias de la práctica, explicar y argumentar por qué son significativas e importantes.
Ejemplos: ¿Busqué lo suficiente?, ¿Hay otras posturas?, ¿Abordé implicancias y consecuencias?
Como se puede apreciar, la práctica se concibe como un proceso reflexivo, dialógico, creativo y provocador de autonomía, donde se expresan ideas, posiciones, análisis, y resoluciones a cuestiones relativas a la pedagogía, la didáctica y la disciplina. Se trata de un proceso analítico profundo donde al estudiante se le enseña, en un espacio de seguridad (Meirieu, 1998), afectivo y crítico (Bain, 2007), a observar la realidad, a establecer una dialéctica que posibilite transitar por diferentes caminos y perspectivas generando procesos de autoestudio y de experimentación de abordajes interdisciplinarios sobre problemas comunes.